Algunos hábitos que ayudan a prevenir la demencia

La demencia es un grupo de síntomas que afectan la memoria, el pensamiento y las habilidades sociales lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria. No se trata de una enfermedad específica, hay varias enfermedades que pueden provocar demencia.

La demencia comprende una pérdida de las funciones mentales lo suficientemente graves como para afectar las actividades y vida diaria, como:

  • La memoria
  • Habilidades del lenguaje
  • Percepción visual
  • Solución de problemas
  • Problemas con el quehacer diario
  • La habilidad de enfocarse y prestar atención

Se ha convertido en un problema de salud mundial, que afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo y se diagnostican casi 10 millones de nuevos casos cada año.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó cinco recomendaciones de hábitos saludables que deberíamos adoptar para disminuir el riesgo de padecer demencia.

Actividad física: La primera recomendación es hacer ejercicio de manera regular, ya que el ejercicio puede tener un efecto directo en la salud de las células cerebrales. A su vez la actividad física mejora la salud cardiovascular, y eso puede reducir el riesgo de desarrollar demencia. Las investigaciones demuestran que la falta de ejercicio aumenta el riesgo de demencia.

Evitar fumar: Además de los riesgos que normalmente conlleva el tabaco, tales como el cáncer o enfermedades cardíacas, fumar puede repercutir de manera negativa en la salud del cerebro, ya que acelera su envejecimiento.

Cambios en la alimentación: La OMS sugiere una alimentación sana y equilibrada y adoptar la dieta mediterránea, un régimen alimenticio que incluye granos enteros, legumbres, frutas, verduras y grasas saludables.

Beber alcohol con moderación:
 Existe un incremento en las posibilidades de padecer demencia si consumes alcohol con mucha frecuencia.

Entrenamiento cognitivo y actividad social:
 Para adultos mayores con funciones cognitivas normales, la OMS recomienda ejercicios mentales para fortalecer la actividad cerebral y prevenir el deterioro cognitivo. También sugiere la participación social para fortalecer la salud y el bienestar.

Control del peso y la presión arterial: El sobrepeso y la obesidad siempre se han asociado con enfermedades cardiovasculares y diabetes, lo que puede incrementar las posibilidades de padecer demencia. Además, la presión arterial y el colesterol altos también puede ser factores determinantes en el deterioro cognitivo.

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