El estrés es un problema que se ha convertido parte de nuestra vida cotidiana. Con el trabajo, el colegio de los chicos, el cuidado de familiares adultos mayores, asuntos con la casa, con el auto, hay tantos motivos como factores que pueden ser el origen del estrés.

Cuando este es crónico, puede afectar gravemente tu salud física y emocional. De hecho, puede aumentar el riesgo de padecer afecciones como enfermedades cardíacas y depresión.

Hay cosas que no podemos evitar, pero sí podemos planear y tomar acciones sobre otras cosas que nos permiten reducir los niveles de estrés y poder desarrollar nuestra rutina de mejor forma. Puede ser haciendo ejercicio, meditación, terapia o, lo que hablaremos en esta nota, la alimentación.

En caso de ansiedad, nervios y estrés, incluir a diario algunos nutrientes te puede ayudar mucho a ganar tranquilidad de una forma sana y natural.

Entonces, a la hora de elegir los alimentos que consumimos, ¿qué debemos tener en cuenta?

Elegir bien los carbohidratos

Consumir hidratos de carbono complejos a lo largo del día tiene especial importancia para sobrellevar mejor el estrés y la ansiedad.

Este nutriente garantiza el suministro de glucosa al cerebro, evitando los bajones de ánimo que te pueden llevar a comer compulsivamente.

Ejemplos de alimentos: cereales integrales como pasta o arroz, papas, legumbres.

Elegir proteínas de alta calidad

Como carnes magras, pescado, huevos y frutos secos.

Aportan aminoácidos esenciales clave para mantener los nervios en órden, porque contribuye a aumentar la síntesis de serotonina, un neurotransmisor implicado en los estados de ánimo.

Consumir ácidos grasos con omega 3

Además de las proteínas, es importante consumir omega 3, ya que su carencia provoca nerviosismo, falta de concentración y defensas bajas.

Estas grasas buenas ayudan a disminuir la liberación de cortisol.

Podés elegir semillas de chía y lino, pescados, mariscos y nueces.

Sumar magnesio a tu dieta

El magnesio es un mineral necesario para la síntesis de serotonina y tiene propiedades relajantes, por lo que ayuda a mantener a raya el ritmo cardiovascular y a relajar los músculos.

Está presente en carnes magras, mariscos, frutos secos, verduras de hoja verde y chocolate amargo.

Vitamina C

En situaciones de estrés las necesidades de vitamina C aumentan.

Las mejores fuentes son frutas, como cítricos, kiwi, ananá, y verduras frescas, como lechuga, tomate, morrón.