Buen día querido lector.
Hola, como le va. Yo soy Elaine, tengo 44 años, soy casada y tengo un nene de cuatro. Hablando un poco sobre la pandemia, hace poco me llego una revista y había una materia sobre el uso del tapabocas, contaba cómo fueron evolucionando de diseño a través del tiempo, me pareció muy interesante y fue cuando caí en la realidad de que esto ya lo vivimos, como por ejemplo con la gripe española. Esta vez creo que no nos ocurre por un evento natural, sino que hubo intervención humana y con propósitos muy oscuros. A pesar de eso, tengo la convicción de que como humanidad ya pasamos por esos flagelos varias veces y que nuevamente vamos a lograr superar este difícil momento.
Personalmente creo que en algún momento o en algunos momentos nos toca vivir o experimentar la soledad de una manera más profunda. Recuerdo hace mucho tiempo cuando me fui a vivir a Montevideo, como todo estudiante del interior del país, se siente soledad, sobre todos los domingos es un poco difícil, el montevideano es a su vez más cerrado, nosotros somos más abiertos a compartir, no hay tanto protocolo. Bueno pero conservo hasta hoy amistades que hice por allá y que cuando podemos nos hablamos. Agradezco a todas las familias que me abrieron las puertas, estuve desde el 97 hasta el 2011.
Soy casada con un extranjero, por lo que mi segundo periodo de soledad ocurrió cuando nos mudamos de Uruguay, fue un periodo que aproveche para estudiar afuera, ahí si no había ningún uruguayo cerca y recuerdo que cuando llegaba a casa era el único momento en que hablaba en español. A cada tanto vuelvo porque lógico mi compañero extraña a su familia y conservo unas lindas amistades.
Me despido diciéndole que si es creyente, pida con fe, este periodo lo vamos a superar, yo rezo cada noche, aproveche el momento para hacer algo que siempre tuvo ganas de hacer y nunca tenía tiempo como por ejemplo yo compre un libro para aprender a tejer y ya hice mi primer bufanda. Toda situación tiene su lado negativo y positivo, no hay que quedarse solo con lo negativo sino que siempre hay que buscar una enseñanza. Estamos en esta vida y venimos a aprender siempre, ese es nuestro propósito.
Me despido, espero que esta carta al menos la/o ayude a pasar un rato ameno y tenga fe que salimos juntos.
Le dejo un saludo a la distancia y cuídese mucho.