Mucho gusto, mi nombre es Sara. Llevo tiempo pensando en qué escribir en esta carta, y cómo puedo ayudar a una persona que realmente se siente sola. Después de muchas vueltas decidí escribir sobre lo que me ayudó a mí a superar mis momentos de soledad y lo que me gustaría que alguien me hubiera dicho.
Primero que nada, yo creo que el concepto de soledad es más amplio de lo que la sociedad da a entender. La soledad nos afecta a todos, no importa la edad, género o clase social. A veces uno puede sentirse solo, aunque esté rodeado de amigos y familia, y eso no lo hace menos válido. El problema no está en la cantidad de personas que nos rodean, sino en la calidad de las relaciones que formamos. Por mucho tiempo yo me sentí de esta forma, rodeada de gente, pero a la vez sola.
Lo primero que quiero decirle a la persona que esté leyendo esta carta es: sentirse solo está bien. Ningún sentimiento es malo, lo importante es qué se hace al respecto. La única forma de superarlo es dejando entrar a otras personas, de a poco permitir que otros conozcan la verdad que hay en nosotros, para que el día de mañana haya alguien que nos vea por lo que somos y no por lo que aparentamos ser. Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo, pero por algo hay que empezar. Nunca hay que olvidar que todas las relaciones son de a dos, y ambas partes deben trabajar para que esa relación crezca fuerte y perdure.
A veces esperamos sin hacer nada a que alguien venga a rescatarnos y no nos damos cuenta de que tenemos el poder de salir adelante nosotros mismos. Así que, estimado lector/a, hoy quiero que te animes a dar el primer paso para empezar una relación que te ayude a superar esta soledad. Puedes, por ejemplo, escribir a un pariente o un amigo con el que hayas perdido el contacto para ver como están. Pasados unos días pueden invitarlos a tomar un café o mate para ponerse al día. También puedes intentar conocer gente nueva buscando en grupos con lo que compartas interés, como algún club deportivo, taller de arte o un grupo de lectura.
Yo soy fiel creyente de que todos tenemos algo lindo para aportar al mundo y que todas las personas tienen algo que hace que valga la pena conocerlas. Por ese motivo no dudo de que vas a poder forjar esas relaciones que hacen que uno se sienta querido y comprendido. También, porque estoy segura de que eres una persona que tiene mucho para dar, me gustaría conocerte y, si es lo que quieres, acompañarte en este momento en el que todo parece oscuro. Como una persona que logró salir de ese túnel, te aseguro que del otro lado el paisaje es hermoso.
Espero que mis palabras te sean de ayuda en este momento y no tengo dudas de que vas a salir adelante. Me despido por ahora.
Tu nueva amiga de carta,
Sara