El tiempo pasa y para nuestras articulaciones también. Es así que, nuestra rodilla, una de las principales articulaciones de nuestro cuerpo, que recibe todo nuestro peso, suele ser una de las más afectadas.
Con el pasar de los años, nuestras rodillas comienzan a sentir cada vez más el desgaste, más aún para los grandes deportistas, y comenzamos a sentir este paso del tiempo con dolores, molestias, contracturas y algunas otras dificultades.
Los problemas en la rodilla pueden limitar seriamente la capacidad funcional de las personas que los padecen, ya que esta articulación permite al cuerpo alzarse, caminar, correr, agacharse, saltar o girarse.
Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar a nuestra rodilla a resistir más y mantenerla sana?
Aquí te dejamos algunas recomendaciones:
1 – Mantener un peso saludable.
Como mencionamos anteriormente, la rodilla recibe el peso de todo nuestro cuerpo. Por lo tanto, el exceso de peso puede ejercer una presión extra sobre ella.
Tené en cuenta que cada kilo de más, ejerce aproximadamente cinco kilos extra de presión sobre la rótula al bajar o subir escaleras, y una pérdida de 5 kg disminuye en un 50% los síntomas asociados a los dolores de rodilla.
2 – Mantenerte en movimiento.
La actividad física ayuda a mantener la función articular, manteniendo la articulación fuerte y con movilidad, lo que significa menos presión a la rodilla.
El ejercicio moderado más recomendable es nadar, pedalear o caminar.
3 – Fortalecer los músculos de las rodillas.
Desarrollar músculos fuertes en el muslo, especialmente los cuádriceps, los isquiotibiales y los abductores, mejora el alcance de movimiento, protege el cartílago de la rodilla y reduce el estrés que se le aplica a la misma.
Es mejor evitar los deportes con carrera, pero, si te gusta correr, conviene hacerlo por una superficie lisa y suave como césped.
4 – Elegir calzado adecuado.
Para hacer deporte, tu calzado debe sujetar bien el pie y proporcionar la amortiguación necesaria para la actividad que estás realizando. En la vida diaria, mejor evitar un tacón excesivo o suelas demasiado blandas o desgastadas, porque además de dolor y deformidad en los pies, este calzado puede sobrecargar y dañar las rodillas.
5 – Prestar atención al dolor de la rodilla.
Si tenés dolor e hinchazón en la rodilla, tomá un descanso de correr, caminar o cualquier actividad de alto impacto que estés haciendo. Dale a tu rodilla el siguiente tratamiento: descanso, hielo, compresión y elevación.