Se acerca el invierno. Con las bajas temperaturas en todos los puntos del país, y con la llegada de los primeros fríos se hace necesario recordar ciertas medidas a tomar en cuenta que nos ayuden a mantener las defensas altas y cuidarnos del coronavirus (COVID-19), pero también de otras enfermedades respiratorias y virus que circulan. A continuación, una serie de consejos prácticos a seguir para que esta temporada de invierno nos encuentre más fortalecidos y preparados ante eventuales resfríos, gripes y otras afecciones respiratorias.
Mantener y reforzar los hábitos de higiene
Por estos tiempos, el lavado de manos se ha convertido en la insignia para combatir al coronavirus y disminuir sus índices de contagios. Dicha recomendación debe incrementarse con la llegada del invierno porque los virus circulan con mayor frecuencia y aumenta la posibilidad de transmisión. A su vez, también se aconseja cubrirse con el brazo al estornudar o toser, así como no tocarse los ojos, la boca y nariz con el fin de evitar la propagación de los gérmenes presentes en las manos.
Cuidar la alimentación
En invierno es cuando el cuerpo reclama más calorías para afrontar el frío, y en contrapartida, puede traer aparejado el aumento de peso. Para evitar esta situación, es recomendable mantener los horarios de las ingestas y añadir a la dieta variedad de frutos secos. También es importante consumir abundantes líquidos y aumentar el consumo de vitaminas A, C y D con los alimentos indicados, como ser cítricos, verduras de hoja y lácteos. De esta forma ayudaremos a mantener altas nuestras defensas.
Abrigarse y evitar cambios bruscos de temperatura
Los extremos de temperatura son perjudiciales en invierno y por eso lo ideal es que la vivienda personal se encuentre alrededor de los 22 grados, así como ventilar de forma constante los ambientes. También es importante evitar fumar en espacios cerrados, cerca de niños, adultos mayores y personas enfermas. Otro consejo a tener en cuenta es vestirse con ropa más abrigada, y en distintas capas para estar más calientes, así como taparse la boca y la nariz con bufanda para evitar respirar aire frío.
Reforzar el cuidado de la piel
Usar cremas que mantengan la piel hidratada, protegida y nutrida y así no contribuir a las descamaciones, paspaduras y grietas típicas de esta época del año. Tampoco se debe desatender el cuidado del sol, sobre todo quienes se exponen al aire libre en sitios con alto reflejos de rayos UV. En ese sentido, se aconseja aplicar protector solar en zonas no cubiertas por prendas.
Cuidar el estado de ánimo
Los meses de frío pueden acarrear tiempos de estrés, angustia y tristeza. De hecho, aumentan los diagnósticos por Trastorno Afectivo Estacional. Se recomienda no auto medicarse en esta circunstancia, ni ante la aparición de cualquier molestia o dolor, sino acudir al médico, y así evitar complicaciones de todo tipo. Pero para saciar la angustia, es importante tener una actitud positiva y optimista. Ayuda mucho descansar y dormir en ambientes agradables, así como practicar ejercicio físico para quienes son amantes del deporte.