Durante el verano tendemos a exponernos más al sol, tanto en la playa como otras actividades al aire libre.
Esto genera que nuestra piel esté más expuesta y corramos el riesgo de quemadoras solares.
Para esto hay que tomar ciertos cuidados y prevenir.
Te compartimos las recomendaciones del Programa Nacional de Control de Cáncer del Ministerio de Salud Pública, Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer, Sociedad Uruguaya de Pediatría y Sociedad de Dermatología del Uruguay.
- Evitar la exposición al sol entre las 10 y 16 horas. Recibimos mayores radiaciones en esas horas.
- Buscar siempre la sombra. Puede ser de árboles, sombrillas o toldos.
- Usar ropa que proteja. Los colores oscuros como negros, azul y rojo rechazan las radiaciones UV que son las que dañan la piel. Si se usa manga larga, mejor.
- Usar sombrero, de ala ancha, que cubra cara, ojos, orejas y nuca.
- Usar lentes de sol con filtro UVA y UVB certificado, adecuados al rostro y mejor si tienen protección lateral.
- Cuidarse los días nublados y ventosos. La radiación UV traspasa las nubes y también traspasa el agua.
- Usar protector solar. El factor de protección solar debe ser mayor o igual a 30. Colocarlo sobre la piel seca 30 minutos antes de exponerse al sol. Volver a aplicarlo cada 3 horas o después de cada baño o de transpirar. Usarlo siempre en las actividades al aire libre.
- Cuidar a los niños. La piel tiene memoria y el daño es acumulativo. En especial, no exponer nunca a menores de un año directamente al sol.
- No existe bronceado seguro. El bronceado es el daño de la piel causado por el sol. Evitar las camas solares. Se puede usar autobronceantes.
- Revisar tu piel. Prestar atención a una herida que no cicatriza, una mancha o lunar que cambió su aspecto. Consultar al dermatólogo.
Para obtener más información te aconsejamos consultar con especialistas.