La intoxicación alimentaria puede afectar a una persona o a un grupo de personas que hayan ingerido el mismo alimento.
Cuando los microorganismos ingresan al alimento, se denomina contaminación. Esto puede suceder de diferentes maneras:
- Carne que puede entrar en contacto con las bacterias normales de los intestinos de un animal que se está procesando.
- El agua que se utiliza durante el cultivo o embarque puede contener excremento animal o desechos humanos.
- El alimento se puede manipular de manera insegura durante la preparación.
La intoxicación puede ocurrir después de comer o beber:
- Cualquier alimento preparado por alguien que no se lave las manos adecuadamente.
- Cualquier alimento preparado usando utensilios de cocina que no estén totalmente limpias
- Productos lácteos o alimentos que hayan permanecido fuera del refrigerador por mucho tiempo
- Alimentos congelados o refrigerados que no se guarden a la temperatura apropiada.
- Frutas o verduras crudas que no se hayan lavado bien
- Carnes o huevos mal cocidos
Síntomas
- Cólicos abdominales
- Diarrea
- Fiebre y escalofríos
- Dolor de cabeza
- Náuseas y vómitos
- Debilidad
Recordá que es importante contactar a un médico que te indique si debés seguir un tratamiento.
¿Cómo podemos prevenir?
- Lavate las manos y lavá los utensilios y las superficies de los alimentos con frecuencia.
- Mantené los alimentos crudos separados de los que están listos para comer.
- Cociná los alimentos a una temperatura segura.
- Refrigerá o congelá los alimentos perecederos de inmediato, es decir, dentro de las dos horas desde que los compraste o los preparaste.
- Descongelá los alimentos de manera segura. No descongeles los alimentos a temperatura ambiente. La manera más segura de descongelar los alimentos es hacerlo en el refrigerador.
- Desechá si tienes dudas. Si no estás seguro de si un alimento fue preparado, servido o almacenado de manera segura, tiralo.