Las hemorroides son venas inflamadas en el ano o en la parte inferior del recto.
Comúnmente no suelen causar problemas. Pero si estas sangran mucho, causan dolor o se tornan hinchadas, duras y dolorosas, se puede retirar con una cirugía.
A la hora de someterse a la operación, según sus síntomas, podés haber tenido uno de estos tipos de cirugía:
- Colocación de una pequeña banda de caucho alrededor de las hemorroides para reducir su tamaño mediante el bloqueo del flujo sanguíneo
- Colocar grapas en las hemorroides para bloquear el flujo sanguíneo
- Extirpación quirúrgica de las hemorroides
- Eliminación química o con láser de las hemorroides
¿Qué esperamos al llegar a casa?
El tiempo de recuperación depende del tipo de procedimiento. En general:
- Se puede tener mucho dolor después de la cirugía a medida que la zona se tensa y se relaja. Tu médico podrá recomendarte analgésicos para esto.
- Es muy probable que tengas un poco de sangrado, especialmente después de su primera deposición.
- Seguí las recomendaciones de tu médico para una dieta que te permita recuperarte correctamente.
- Recordá tomar muchos líquidos, como caldo, jugos, y agua.
Retomar la actividad
- Evitar levantar, jalar o actividades extenuantes hasta que la zona de la cirugía haya sanado. Esto incluye hacer esfuerzo durante la defecación o la micción.
- Dependiendo del tipo de trabajo que hagas, Es probable que debas ausentarte durante un tiempo..
- La actividad física podrás ir incrementándola a medida que te sientas mejor.
Ante los siguientes casos, recordá consultar a tu médico:
- Mucho dolor o hinchazón
- Sangrar mucho por el recto
- Fiebre
- No podés eliminar orina varias horas después de la cirugía
- La incisión está roja y caliente al tacto