Por qué es importante compartir nuestras emociones

Muchas veces, y por varios motivos diferentes, no solemos darle mucha importancia a expresar lo que sentimos y solemos guardar nuestros sentimientos.

Pero, ¿qué ocurre cuando hacemos esto? De a poco, comenzamos a acumular todas esas emociones y estas pueden terminar jugándonos una mala pasada y repercutir en nuestro estado emocional.

Reprimir los sentimientos puede desencadenar en una serie de problemas de salud como ansiedad, depresión, insomnio, problemas digestivos, hipertensión, dolores de cabeza e incluso malestar general.

La mayoría de las acciones que tomamos se basan en algún sentimiento o emoción. Por otro lado, al expresar lo que sentimos no solo debemos tener en cuenta los beneficios que nos supone liberarlo, sino que debemos tomar consciencia del contexto y los sentimientos de las demás personas.

Expresar nuestros sentimientos y emociones es una necesidad del ser humano, ya que estos forman una parte fundamental en nuestra vida. Por eso, es erróneo pensar que debemos reprimirlos o intentar que dejen de existir. En cambio, lo ideal es aprender a gestionarlos correctamente para aprender de ellos, experimentar crecimiento personal y seguir adelante.

Expresar y decir lo que sentimos nos sirve tanto para desahogarnos y separarnos de nuestras emociones, como para cambiar los pensamientos negativos por positivos. Además, encontrar el apoyo y el punto de vista de nuestro círculo nos hará sentir más valorados y queridos. En este sentido, decir en voz alta lo que nos pasa puede ser de gran ayuda para ser más conscientes de lo que sentimos, lo cual nos permitirá trabajar nuestras emociones. Otros beneficios son:

  • Reducir el estrés ya que nos sentimos liberados y sacamos todas las emociones negativas de nuestro cuerpo, lo que mejora nuestro bienestar.
  • Aumentamos nuestra empatía y nuestro nivel de compresión en el momento en que alguien nos expresa sus emociones.
  • Mejora nuestra autoestima al sentirnos escuchados, comprendidos y aceptados, aunque tengamos malos pensamientos o emociones.
  • Fortalecemos relaciones con las personas a las que les comunicamos nuestros sentimientos y creamos una conexión. También inspiramos confianza y credibilidad al ser honesto.
  • Permitimos que nos conozcan más y las personas tengan una mejor percepción de nuestra personalidad, gustos, emociones y sentimientos.
  • Podemos llegar a solucionar problemas e incluso prevenirlos a través de la comunicación, expresando cómo nos sentimos con respecto a una situación.
  • Empezamos a ser conscientes de lo que sentimos y eso nos permite analizarnos y conocernos mejor a nosotros mismos, alcanzando así una coherencia entre lo que somos y lo que sentimos.
  • Nos ayudará a ser nosotros mismos ya que cuando no decimos lo que pensamos o sentimos estamos ocultando una parte de nosotros y, en cierto modo, reprimimos nuestra personalidad.

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