¿Cuántas veces oíste hablar de las pausas activas? Para quienes están la mayor parte de la jornada laboral quietos, estas pueden ser de gran ayuda.
Las pausas activas en el trabajo son breves descansos durante la jornada laboral que sirven para disminuir la fatiga y prevenir el estrés laboral, evitando los efectos del sedentarismo que acompaña la actividad diaria en las empresas.
Son momentos que dedicamos a realizar ejercicios de movilidad, estiramiento, tonificación muscular y/o ejercicios aeróbicos entre leve a moderados.
Pero, ¿qué beneficiosas nos traen estas pausas activas?
- Mejora la imagen corporativa.
- Mejor nuestro relacionamiento.
- Nos sentimos más a gusto.
- Mejora la cantidad y calidad de la producción de trabajo.
- Reduce la cantidad de accidentes laborales.
- Mejora la capacidad de trabajadores del manejo del estrés.
Existen variados ejercicios que fortalecen esos músculos sobre los cuales se acumulan las tareas, debiendo actuar sobre distintas partes del cuerpo: el cuello, los hombros, los brazos, las piernas, las manos y los ojos:
- Realizar giros de cabeza hacia ambos lados del cuello.
- Inclinar hacia a tras la cabeza y bajarla hasta mirar hacia el suelo.
- Levantamiento de los hombros hasta la altura de las orejas.
- Hay otros ejercicios que son para hacer de pie y que contribuyen al fortalecimiento del abdomen, rodillas y brazos.
- Realizar movimientos circulares de tobillos.
- Estiramientos de brazos hacia el frente juntando las manos con movimientos hacia arriba y ambos lados.
El manejo de la respiración en las pausas activas
Es importante llevar un adecuado ritmo de respiración.
Este debe ser lento, profundo y rítmico, para conseguir una relajación mientras se llevan a cabo los ejercicios, concentrándose en el trabajo muscular y de las articulaciones.
Una adecuada respiración con inspiraciones y exhalaciones profundas activan el sistema parasimpático disminuyendo la tensión física y mental.