Mediante un estudio publicado en Nature Neuroscience, se descubrió que, a través de la música, nuestro cerebro libera compuestos químicos que son responsables de hacernos sentir bien. Según este estudio, la dopamina está vinculada a la música.
Ya es sabido que la dopamina incrementa se incrementa en respuesta a varios estímulos o actividades. Esta sustancia produce un estado de bienestar en nuestra mente y cuerpo.
Por lo tanto, escuchar música provoca una gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que influyen directamente en aspectos importantes de la vida como el estado de ánimo, el control del estrés, la ansiedad o la fatiga.
Muchas personas encuentran que la música es reconfortante y tranquilizante. De hecho, la música es tan eficaz para reducir la ansiedad, que a menudo se usa en entornos dentales, preoperatorios y de radioterapia para ayudar a los pacientes a enfrentar sus preocupaciones acerca de los procedimientos.
La terapia musical no solo es aceptable para los pacientes deprimidos, sino que en realidad ayuda a mejorar sus estados de ánimo. La música ha demostrado ser útil para ayudar a los pacientes con enfermedades médicas graves que también están deprimidos. Si puede ayudar en estas situaciones, es posible que pueda ayudarte a vos o a tus seres queridos a experimentar estados de ánimo más positivos.
Entonces, ¿cómo podemos sacar provecho de la música para nuestro bienestar?
Proponete escuchar unos minutos de tu música favorita al día. Puede ser música tranquila para calmarte o música más alegre para levantarte el ánimo.
¡Cada quien tiene sus propios gustos!
También podés sumarla a la actividad física. Salir a caminar con música, hacer deporte, algunos ejercicios de estiramiento. Recordá que la música puede ayudarte, además, en tu rendimiento físico.