Sentirse solo no es lo mismo que estar solo

Estar solo/a es muy diferente a sentirse solo/a. A pesar de que sean frases o hechos similares la realidad detrás de ellos cambia por completo. De hecho, uno implica una buena relación con la sensación de soledad y el otro significa estar muy solo a pesar de la compañía que tengamos a nuestro lado. Aprender a estar solo y a dejar de sentirse solo es vital para disfrutar tanto de nosotros mismos como de todos los que nos rodean. Por ello sentirse sola/o debe implicar un cambio desde nuestro interior.

La soledad puede definirse de diferentes formas según lo que provoca esa situación o sensación:

  • Estar solo/a: en este caso, la persona se encuentra físicamente sola; puede ser solitaria, pero no experimenta sentimientos de soledad. Este estado puede ser voluntario, pudiendo elegirlo porque quizá prefiera estar solo a estar con otras personas. Es decir, se trata de aislamiento social por elección.
  • Soledad: en este estado, la persona experimenta la necesidad o el deseo de contactar con otros, pero es incapaz de hacerlo. Quizás las condiciones permitieran ese contacto social, pero la persona siente cierta inseguridad, causando o contribuyendo a la soledad. Además, se experimentan sentimientos de inutilidad, rechazo, falta de ánimo, hipoactividad, etc. Es decir, el aislamiento no es por elección, sino por no sentirse capaz.
  • Soledad positiva: a veces las personas necesitan pasar tiempo solas como una forma de descansar; en estos casos, la soledad es agradable. Se siente como una oportunidad para cargar las pilas, para promover la creatividad y para conectar con uno mismo.

En la mayoría de los casos las personas suelen evitar la sensación de soledad ya que creen que es mucho mejor estar constantemente en compañía. Cuando ello sucede se puede decir que sentirse solo o sentirse sola en estos casos es equivalente a una emoción negativa. En cambio, existen personas que desean tener un tiempo para ellos y no les importa estar solos. De hecho, acaban disfrutando de este tiempo junto a su propia compañía.

Debemos recordar que estar solo/a y sentirse solo/a son dos sensaciones que se viven de una manera muy diferente. Cuando una persona considera que puede estar solo en la vida sin ningún problema esto señala que se tiene una buena relación con ellos mismos y junto a los demás. En el otro lado, cuando un individuo puede llegar a sentirse solo rodeado de gente, esto puede implicar ciertos problemas dentro de su psique.

Contras de sentirse solo/a:

Existen una serie de daños que puede causarnos el hecho de sentirse sola o solo. Cuando una persona expresa que ‘me siento solo/a y triste o estoy muy solo’ suele ser una frase que dictamina que alguien no puede disfrutar ni de su propia compañía ni de la de los demás (a pesar de que le gustaría). En estos casos la sensación de soledad es negativa y sentirse solo y triste conlleva ciertos daños para nuestra salud mental.

Más vulnerabilidad ante nuestros críticos internos

Sentirse solo implica ser más vulnerable a los pensamientos negativos que invaden nuestra mente. Esto sucede ya que cuando alguien suele evitar estar solo el aislamiento es algo forzado e implica sensaciones negativas para ellos. De este modo, las voces internas críticas suelen tener más fuerza y ello suele ir de la mano de reforzar mensajes como: ‘me siento muy solo/a’ ‘estoy muy solo/a’ entre otros.

Sensación de soledad negativa

Sentirse solo implica que el tiempo que pasamos a solas tiene un tinte negativo. Por lo tanto, es normal que las personas que lo viven así expresen ‘estoy solo/a y triste’. La realidad es que cuando el aislamiento es involuntario suele hacer que nos sintamos mal con nosotros mismos/as. Este tipo de sentimientos van de la mano de una percepción mala de nuestro yo, así como de sensaciones que pueden bajar y minar la autoestima.

Depresión

Cuando alguien cree que suele estar solo en la vida, esto puede ser una señal de que quizá esta persona sufre de depresión. Tanto es así que existen diversos estudios que demuestran que cuando alguien suele sentirse solo/a su cerebro cambia su química y estructura dando unas respuestas neuronales diferentes a alguien que está cómodo junto a su soledad. A través de estos reajustes, la persona puede llegarlo a ver todo a través de un filtro negativo que hace que sienta menos energía para realizar el cambio que tanto necesita.

Malo para nuestra salud

Además de implicar muchos hechos negativos para nuestra salud mental, sentirse solo también crea un malestar físico. Diferentes investigaciones han demostrado que expresar ‘me siento muy solo/a’ a menudo en nuestras vidas puede llegar a aumentar la probabilidad de mortalidad hasta en un 30%. Tanto es así que los investigadores afirman que estar socialmente conectados con los demás influye tanto en nuestro bienestar psicológico como emocional.

Como vemos sentirse solo/a implica una serie de sentimientos negativos que pueden comportar muchos daños tanto en nuestro interior como en nuestro exterior. Cuando una persona no disfruta de estar solo o estar sola es crucial trabajar en ello con la ayuda de un profesional de la salud mental.

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