El hipotiroidismo aparece alrededor del año 1850, desde que se realizó un estudio completo sobre la tiroides basado en la extirpación de esta glándula en personas con bocio.
En la actualidad, se estima que hay más de 300 millones de personas, de las cuales 1600 se encuentran en riesgo. Sin embargo, debido a la dificultad de distinguir sus síntomas de otras enfermedades, muchos desconocen qué la tienen.
El hipotiroidismo es un trastorno de la tiroides, que al afectarla produce una menor cantidad de hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina) de lo normal.
Estas hormonas son las que se encargan de estimular diferentes tejidos del cuerpo para que produzcan proteínas, y aumentar la cantidad de oxígeno que usan las células.
Por eso él hipotiroidismo puede provocar un descenso del ritmo cardíaco, provocar aumento de peso, depresión y también puede afectar la fertilidad.
Se estima que las mujeres tienen diez veces más posibilidades de tener hipotiroidismo que los hombres. Durante el embarazo y durante la menopausia, el hipotiroidismo puede aparecer.
Principales causas y síntomas:
La causa más común es la tiroiditis o enfermedad de Hashimoto, que consiste en una inflamación de la glándula tiroides.
La tiroiditis posparto es otra de las principales causas. Se trata de una condición asintomática, que provoca hipertiroidismo luego hipotiroidismo. Pero la hipotensión también puede heredarse de manera congénita, o adquirirse después de haber nacido.
Dentro de sus principales síntomas se identifican: la reducción del ritmo cardíaco o arritmia, alta presión arterial, colesterol, fatiga y somnolencia, depresión, dolor muscular y articular, aumento de peso independientemente del tipo de dieta, piel y uñas débiles, rostro manos y pies hinchados y disminución de la libido.
No hay una forma de evitar el hipotiroidismo en su totalidad, pero se recomienda controlar el nivel de yodo en la dieta, adecuándolo a la cantidad recomendada por los expertos.
Tipos de hipotiroidismo:
Existen diferentes tipos de hipotiroidismo: el primario, el secundario y el terciario.
El primario es el más frecuente, en él, la glándula está afectada y no funciona correctamente. Puede aparecer bocio, el aumento de la glándula tiroidea.
Con el hipotiroidismo secundario, la glándula está en perfecto estado, sin embargo, la hipófisis no secreta la hormona estimulante de la tiroides (TSH) por eso la glándula no produce hormonas tiroideas.
Mientras que en él hipotiroidismo terciario, es el hipotálamo el que se ve afectado. No se produce la hormona liberadora de tirotropina ocasionando que la hipófisis no pueda secretar TSH. A su vez, la glándula tiroidea no es capaz de secretar las hormonas tiroideas.
Tratamientos:
Los tratamientos dependen de la gravedad del hipotiroidismo, al igual que la edad del paciente y la existencia de otras enfermedades.
Generalmente se usa un tratamiento con levotiroxina, por vía oral y con pastillas. La levotiroxina logra reponer el nivel de hormonas necesario para el paciente y es por eso que la dosis depende de lo que necesite.
Después de este tratamiento, el paciente tiene que someterse a revisiones cada dos o tres meses para comprobar su nivel de hormonas. El tratamiento con levotiroxina puede durar toda la vida así como la necesidad de las revisiones periódicas de la enfermedad.
Es importante consultar al médico, hacer la dieta adecuada y consumir la medicación necesaria para equilibrar este trastorno de la tiroides.