Todos alguna vez en nuestras vidas nos hemos sentido solos.

¿Cuántas veces hemos imaginado quedarnos un fin de semana solos, o tener tiempo solo para nosotros? ¿Cuántas veces hemos pensado irnos lejos para evitar contacto con nuestros compañeros de trabajo, amigos, familia teniendo un valor incalculable? ¿Cómo muchas veces algo tan deseado por algunos pueda convertirse en un bucle sin salida para otros? La realidad es que la soledad no deseada es algo muy diferente a la que si deseamos.

En este tiempo, la pandemia producto del Covid 19, fue lo más cercana a esa sensación de soledad no deseada para muchos. Se nos hizo inminente experimentar la privación del contacto social, a través del confinamiento, resignificando el valor de la compañía y la soledad.

Sentimiento que llevó a la reflexión a miles de personas —académicos, médicos, terapeutas y ciudadanos comunes— a lo largo de todo el mundo. Desde la investigación, se hace hincapié en los beneficios y la contención emocional de la vida en comunidad porque, sin conexión social, las personas agudizan el sentimiento de soledad.

DEFINICIÓN. Pero ¿qué se entiende cuando se habla de soledad? No debería sorprender que haya una definición por cada persona ya que una experiencia de este tipo varía según cada individuo.

Tratando de aportar algún grado de objetividad al tema, la Real Academia Española consigna que la soledad es la “carencia voluntaria o involuntaria de compañía”, o también el “pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo”.

En el trabajo de Ad Council (organización estadounidense sin fines de lucro, 2020) llamado “Loneliness, isolation & human touch: A global perspective on Covid-19” se consignan datos interesantes. Concretamente, se señala que el 36% de las personas encuestadas declaró que regularmente experimenta al menos uno de los factores contribuyentes de soledad. A su vez, ese número subió al 44% durante la pandemia, algo considerado como absolutamente lógico.

Además, casi la mitad de los consultados que dijeron estar solos desarrolló ese sentimiento en los últimos dos años.

RIESGO. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad, y hay estudios que demuestran que la soledad se asocia con mayores cifras de presión arterial, alteraciones del sistema inmune, sedentarismo, depresión e incluso, mayor riesgo de muerte prematura.

En definitiva, la soledad no es cardiosaludable. Esta nueva patología afecta al organismo humano, tanto desde el punto de vista cardíaco como cerebral. Es por ello que la OMS la ha declarado pandemia mundial en el año 2015.

Si se toma como punto de partida un cerebro en el cual la sinapsis neuronal no funcionara por falta de estímulos; algo similar ocurre cuando una persona no interactúa con otras como parte de su sociabilidad humana.

INICIATIVAS. Tanto en el sector público como privado, ¿qué iniciativas se han comenzado a construir para contrarrestar esta pandemia?

Hay países comprometidos en la erradicación de la soledad como el Reino Unido, donde existe una auténtica preocupación sobre este tema, por lo que el gobierno de ese país creó en 2017 un Ministerio para la Soledad.

La ONU y la OMS, por su parte, están impulsando la década del envejecimiento saludable (Healthy Ageing*) en 2021-2030. 

¿Qué se está haciendo en nuestro país? Concretamente, ante la situación creada por la pandemia se estableció una línea telefónica de apoyo emocional frente al COVID-19 (0800-1920) donde se han atendido a más de 29.400 personas. 

Comenzó a funcionar el 14 de abril de 2020 y la implementación del proyecto estuvo a cargo del MSP, ASSE y la organización Voluntariado Juntos*.

En el sector privado, la empresa de cuidados Alcance que desde sus inicios hace 26 años, nace con el objetivo de ser el mejor servicio de compañía, trabajando y reivindicando la importancia de sentirse acompañado con la prestación de un servicio valorado por su calidad ha generado acciones poniendo el tema de la soledad sobre la mesa con el fin de fomentar a que no sea un tema tabú, brindar herramientas y reivindicar el valor de la compañía.

Alcance cuenta con un equipo de colaboradores especialistas en acompañar con foco en el socio y su familia. En su vocación de servicio y en su apuesta a la excelencia, acompañar es sinónimo de cuidar y el cuidar implica valores, deseos y compromiso de ayudar. Es estar, tender la mano, escuchar y proteger.

Desde Alcance, como expertos en cuidado, se llevó adelante iniciativas de responsabilidad social empresarial (RSE), que aporten a que más personas sientan una mano amiga. Así en el 2021, nace “Cartas a Soledad”, una acción que nace con el propósito de tejer una red de voluntarios y llevar compañía a quien lo necesite a través de mensajes de fuerza, cariño y así reflejar el valor de cuidar y acompañar.

VIVENCIAS. Diversas investigaciones concluyen en que podemos sentir la soledad rodeados de muchas personas y sentirnos conectados, satisfechos y felices con pocas personas a nuestro alrededor.

Así como descubrimos la importancia que tiene la comunidad para enfrentar eficazmente a la pandemia del Covid-19, debemos hacerle frente a esta pandemia de soledad.

La soledad produce en los individuos un impacto comparable o mayor al que generan enfermedades como la obesidad.

A pesar de esta fuerte realidad, la mayoría de la gente tiende a no reconocer que se siente sola. La explicación a esta reacción se debe a que la soledad está estigmatizada en nuestra sociedad.

A pesar de estas respuestas, la realidad concreta señala que un cuarto de la población mundial declara no tener con quién hablar. En este marco, a medida de que se va envejeciendo, muchas personas suelen sentirse solas por diferentes razones. En algunos de estos casos, los individuos han perdido a su pareja, en otros el problema es que viven lejos del resto de su familia. También influye el hecho de que, en la mayoría de estos casos, ya no tienen los vínculos laborales que les brindaban significado e identidad social.

Todo este panorama nos lleva a preguntar y preguntarte: ¿la presencia del otro significa compañía? ¿Nuestro sentimiento de soledad, puede llegar a sanar a otro? ¿qué significa acompañar y estar para otra persona?   En las siguientes páginas compartimos algunas acciones llevadas adelante por Alcance, como empresa especializada en compañía.

URUGUAY EN CIFRAS

En Uruguay, el 12% de la población vive en hogares unipersonales y otro 12% forma hogares de parejas sin hijos, según datos del Censo 2011. Actualmente, estos guarismos son mucho mayores. Esto significa que la cantidad de uruguayos que vive con su pareja y los que están solos es similar: 1.344.102 comparte el hogar con su cónyuge y 1.284.140 vive solo.

Por otra parte, un porcentaje de 72% de adultos mayores viven en hogares de ancianos en los que “nunca reciben una visita”, según una encuesta efectuada por el BPS en 2007.

Un 14% de la población tiene 65 años o más, según el último censo. El índice de vejez es de 34% para todo el país, lo que significa que hay 34 ancianos cada 100 jóvenes.

Mientras tanto, de acuerdo con el índice global de soledad De Jong Gierveld evaluado en pacientes del hospital Piñeyro del Campo, 4 de cada 5 adultos mayores sufren algún tipo de soledad, ya sea social o emocional. Asimismo, un 15% de ellos muestran niveles de soledad severos o muy severos. Este estudio fue realizado en el año 2018 por la Universidad de Montevideo, en el marco de un proyecto de capacitación a adultos mayores internados, de manera permanente, en el hospital geriátrico Piñeyro del Campo.

*Fuente de la línea del MSP https://www.asse.com.uy/contenido/Linea-de-Apoyo-Emocional-0800-1920-ha-atendido-29-400-llamadas-y-continuara-funcionando-13109

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