Cómo cuidarnos de un lumbago agudo

El lumbago se refiere a un dolor que se siente en la región lumbar. Podés presentar rigidez en la espalda, disminución del movimiento de la región lumbar y dificultad para pararte derecho.

El dolor de espalda agudo puede durar desde unos pocos días hasta unas cuantas semanas.

La mayoría de las personas tendrán al menos un dolor de espalda en su vida. Aunque este dolor o molestia puede presentarse en cualquier parte de la espalda, la zona que más comúnmente se ve afectada es la región lumbar. Esto se debe a que sostiene la mayor parte del peso del cuerpo.

Generalmente se sentirá primero un dolor de espalda después de levantar un objeto pesado, desplazarse repentinamente, sentarse en una posición por mucho tiempo, o sufrir una lesión o accidente.

El lumbago agudo es causado con mayor frecuencia por una lesión repentina en los músculos y los ligamentos que sostienen la espalda. El dolor puede ser causado por espasmos musculares o distensión o desgarro en músculos y ligamentos.

Podés sentir una variedad de síntomas si se ha lesionado la espalda. Una sensación de hormigueo o ardor, una sensación de dolor sordo o dolor agudo. El dolor puede ser leve, o puede ser tan intenso que no podrás moverte.

Dependiendo de la causa del dolor de espalda, es posible que también tengas dolor en la pierna, en la cadera o en la planta del pie. También se puede presentar debilidad en las piernas y los pies.

Tratamiento:

Para mejorar rápidamente, adoptá las medidas adecuadas cuando sientas dolor por primera vez.

  • Suspendé la actividad física normal durante los primeros días. Esto ayudará a aliviar los síntomas y a reducir cualquier inflamación en la zona del dolor.
  • Aplicar calor o hielo en la zona de dolor. Un buen método es utilizar hielo durante las primeras 48 a 72 horas, y luego usar calor.

Cuando duermas, probá acostarte acurrucado, en una posición fetal con una almohada entre las piernas. Si usualmente dormís boca arriba, poné una almohada o toalla enrollada bajo las rodillas para aliviar la presión.

Puede que quieras reducir la actividad solamente por los primeros dos días. Luego, lentamente comenzá tus actividades habituales. No realices actividades que involucren levantamiento de objetos pesados o torsiones de la espalda durante las primeras 6 semanas después de que el dolor comienza. Luego de 2 a 3 semanas, es importante empezar gradualmente con ejercicios nuevamente.

  • Empezá con actividad aeróbica ligera. Caminar, andar en bicicleta estacionaria y nadar. Estas actividades pueden mejorar el flujo de sangre hacia la espalda y estimular la curación. También fortalecen músculos en el estómago y espalda.
  • La fisioterapia puede ayudarte a tratar el problema.
  • Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento son importantes. Pero, empezar estos ejercicios demasiado pronto después de una lesión puede hacer que el dolor empeore.
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