¿Cómo utilizar el deporte para combatir la soledad?

La actividad física no solamente mejora las capacidades funcionales o motoras, sino que aporta muchísimos beneficios al estado anímico y mental. Los movimientos ayudan a vencer el sedentarismo, aislamiento y la pasividad, logrando una mayor autonomía personal y por tanto, calidad de vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizar actividades físicas regularmente ayuda a evitar el empeoramiento del sistema muscular y cardiorrespiratorio.

El deporte es una herramienta terapéutica de gran calado, ya que está demostrado científicamente que aporta beneficios no son sólo a nivel físico, sino también mental, emocional y además social. Las personas que hacen ejercicio físico mejoran su autoestima.

En ocasiones pasamos por alto el cuidado de nuestra salud mental y los beneficios que puede aportar el ejercicio a ésta. Dada la importancia que tiene el bienestar emocional, exploramos cómo el deporte puede ayudar a mejorar y encontrar un equilibrio en la salud tanto física como psíquica.

Las endorfinas son producidas por el cerebro tras la práctica deportiva moderada y actúan como analgésicos naturales en nuestro cuerpo, provocando, reduciendo los sentimientos de dolor, ansiedad o estrés, y generando sentimientos de alegría y felicidad. En cuanto a la dopamina, esta hormona segregada tras el ejercicio físico provoca una sensación placentera y relajación. La serotonina incide de igual manera en nuestro estado de ánimo, proporcionando sensación de calma y ayudando a conciliar el sueño.

La clave es determinar qué tipo de ejercicios, en qué medida, frecuencia e intensidad, y para qué grados de depresión, serán especialmente beneficiosos. Y en función de ello definir el adecuado plan de actividad física. Salir a caminar es una forma rápida de mejorar su bienestar físico y mental. Para convertir esto en un ritual, ¿por qué no elegir una determinada hora del día para realizar la actividad? Si bien muchos de nosotros ahora trabajamos desde casa, salir a caminar antes de la jornada laboral es una buena idea. Hacerlo te ayudará a adoptar la mentalidad adecuada para las tareas que tienes por delante. Asegurarse de salir al aire libre después de que termine el día podría marcar la diferencia en cómo se siente.

¿Puede ayudarme el ejercicio físico para avanzar más rápidamente en mi tratamiento psicológico, para mejorar en mi depresión y combatir la soledad?

Un beneficio importante de las actividades deportivas tiene que ver con las experiencias sociales, las relaciones con los compañeros o compañeras de entrenamiento, de esfuerzo, de superación y este es también un beneficio del ejercicio para la depresión.

Para una persona deprimida, realizar una actividad que implica interactuar con otras personas, cuando la tendencia es a aislarse para que nadie nos vea en ese estado, no es tarea fácil; sin embargo, es posible. Podemos encontrar personas o actividades adecuadas, de hecho, hay prácticas deportivas donde las interacciones no son tan constantes, por ejemplo, correr.

Lo importante es que, al integrarnos en un grupo, aumenta nuestra motivación y compromiso, compartimos, por efecto espejo, el esfuerzo de nuestros acompañantes y su motivación, y sentimos que pertenecemos a un equipo, con objetivos y aspiraciones comunes.

Si conseguimos enfrentarnos a los primeros momentos de actividad física y superar la fatiga y el esfuerzo inicial, adquiriremos en poco tiempo una percepción de logro que contrarrestará nuestro estado deprimido. Sin duda, tendremos más motivación y confianza para enfrentarnos a nuevos logros y para llevar a nuestra mente y nuestras emociones a un estado más alentador.

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