Con la llegada del verano y con ello las altas temperaturas, los niños, las personas enfermas, las dependientes y las personas mayores son los grupos vulnerables a la hora de sufrir un golpe de calor. Pero es este último conjunto de personas las que más riesgo corre, debido que tienen una sensación reducida del calor y por lo tanto se protegen menos del calor. De ahí que se multipliquen las advertencias y las recomendaciones para refugiarse de las altas temperaturas.
La mejor forma de prevenir los efectos de las altas temperaturas es cuidarse día a día, incorporando pequeños cambios, como beber agua sin esperar a tener sed, no salir durante las horas más calurosas, elegir ropa cómoda y ligera, etc. Si esto es importante para la población en general, lo es todavía más a partir de los 65 años, que es cuando el centro de termorregulación sufre ciertas alteraciones debido al envejecimiento.
¿Por qué los adultos mayores son más propensos al estrés por calor?
- Los adultos mayores no se adaptan tan bien como los jóvenes a los cambios repentinos de temperatura.
- Es más probable que tengan una afección crónica que cambie las respuestas normales del cuerpo al calor.
- Es más probable que tomen medicamentos recetados que afecten la capacidad del cuerpo para controlar su temperatura o transpiración.
Cómo evitar un golpe de calor
Lo más importante para prevenir los golpes de calor y anticiparse a los efectos negativos de las altas temperaturas sobre las personas mayores.
1- Beber abundantemente.
2- Cambiar la dieta: llevando una más ligera, en cuanto a facilidad de digestión, pero con sus calorías necesarias para que cumpla los requerimientos energéticos. Debemos aumentar el consumo de alimentos ricos en líquidos, como las frutas y verduras.
3- Ante situaciones de diarrea o vómitos: tomar medio litro de líquido más para contrarrestar la pérdida de líquidos y electrolitos y evitar la deshidratación.
4- Evitar consumo de alcohol, ya que inhibe el centro termorregulador del organismo, alterando la respuesta al calor y favoreciendo la deshidratación.
5- Usar una vestimenta y calzado adecuado a la temporada que sea transpirable. Cubrirse y proteger la cabeza, con un sombrero, gorro o sombrilla.
6- Evitar salir en las horas centrales del día, que es cuando más calor hace y si es necesario, protegerse para que no incida el sol directamente sobre el cuerpo.
7- Evitar hacer ejercicio físico en las horas centrales de máximas temperaturas.