El dolor de rodilla puede tener distintas causas. Tener sobrepeso puede ponerte en mayor riesgo de problemas de rodilla. El uso excesivo de la rodilla puede desatar problemas que provocan dolor. Si tenés antecedentes de artritis, eso también podría provocarte dolor en la rodilla.

Las causas simples del dolor de rodilla frecuentemente pueden ser aliviadas si tomamos medidas. Si el dolor de rodilla es provocado por un accidente o una lesión, es necesario contactar a un médico.

Podés aliviar el dolor de rodilla de las siguientes maneras:
• Descansar y evitar actividades que causan el dolor. Evitá poner peso en la rodilla.
• Aplicar hielo cada hora durante 20 minutos en el primer día.
• Mantener la rodilla elevada en la medida de lo posible para reducir la hinchazón.
• Usar un vendaje elástico o mangas elásticas, que se pueden comprar en la mayoría de las farmacias. Esto puede brindarte apoyo.
• Utilizar los analgésicos o antiinflamatorios que te recete tu médico.
• Dormir con una almohada por debajo o entre las rodillas.

Prevenir el dolor de rodilla:
Existen algunos consejos que podés seguir para evitar el dolor de rodilla si sos amante del deporte:
• Calentá bien siempre antes y después de hacer ejercicio.
• Evitá correr en bajadas.
• Optá por deportes de menor impacto como natación o bicicleta.
• Reducí la cantidad de ejercicio.
• Bajá de peso, en caso de que tengas sobrepeso. No dudes en consultar con tu médico para esto.
• Utilizá zapatillas especiales si tenés pie plano.

Consultá con tu medico si:
• No podés soportar peso en la rodilla.
• Tenés un dolor intenso, incluso cuando no estás soportando peso.
• La rodilla se dobla, produce un chasquido o se bloquea.
• Tu rodilla aparece deforme o desfigurada.
• No podés flexionar la rodilla o tenés dificultad para estirarla completamente.
• Fiebre, enrojecimiento o calor alrededor de la rodilla o mucha inflamación.
• Dolor, inflamación, entumecimiento, hormigueo o coloración azulada en la pantorrilla debajo de la rodilla adolorida.