Si hay algo que la pandemia nos ofrece hoy es la oportunidad de acercarnos a los otros de maneras diferentes y quizás hasta más profundas. Puede aprovecharse este momento para fortalecer vínculos y nuestra salud emocional. Y más aún, para mejorar el vínculo con los chicos.
El diálogo con los hijos es muy importante. Tener una comunicación diaria y fluida con ellos. Preguntarles qué es lo que conocen sobre el coronavirus y a partir de la información que ellos tienen poder despejar sus dudas e inquietudes. Que puedan compartir sus emociones. En el caso de los más pequeños, ellos no cuentan con las herramientas ni los recursos suficientes para poner en palabras aquello que les sucede, entonces necesitan del adulto para poder ayudarlos a comprender lo que está sucediendo en su entorno.
La irritabilidad, mayor frustración frente a la imposibilidad de salir de sus casas, cambios también en su alimentación y alteraciones en el sueño. Toda esta situación provoca mucha angustia y estrés en los chicos. Pueden tener más pesadillas en estos días. Si notamos que están comiendo menos tenemos que estar más atentos. Puede que estén más impulsivos e hiperactivos.
La comunicación es clave. Trasmitirles la verdad, sin alarmarlos, y en la medida en que ellos nos pregunten y dependiendo de su edad y etapa evolutiva. Ellos de todos modos están atentos y absorben nuestro malestar y angustia. Entonces, si no ponemos en palabras todo lo que está pasando, de todos modos, se van a ver afectados.
Cuando comenzó todo esto, pudimos ver una oportunidad de afianzar más los vínculos familiares. En este contexto sale todo a la luz, lo bueno y lo malo de cada uno de nosotros, porque estamos en una situación atípica y podemos vivirla de muchas formas, con muchas emociones.
Estar todo el día bien no es tarea fácil, pero si tomar conciencia y vivir todo esto como una oportunidad para acercarnos más a nuestros hijos. Los chicos tienen esa inteligencia emocional de vivir un día a la vez y disfrutar de las pequeñas cosas, de sorprenderse y jugar con la creatividad de la imaginación. Deberíamos aprovechar eso y proponernos a nosotros esa invitación, para jugar con ellos, relajarnos y disfrutar.