Durante la cirugía, el cirujano usó grapas para dividir el estómago en una sección superior pequeña, llamada bolsa, y una sección inferior más grande. Luego, suturó una sección del intestino delgado a una pequeña abertura en esta pequeña bolsa estomacal. El alimento que ingieras ingresará ahora en su pequeña bolsa estomacal y luego en el intestino delgado.
Probablemente pases de 1 a 3 días en el hospital.
Va ser notorio una pérdida de peso rápidamente durante los primeros 3 a 6 meses. Durante este tiempo, podés presentar:
- Dolores en el cuerpo
- Cansancio y frío
- Piel seca
- Cambios en el estado anímico
- Pérdida o debilitamiento del cabello
Estos problemas deben desaparecer a medida que el cuerpo se acostumbra a la pérdida de peso y tu peso se estabiliza.
La pérdida de peso disminuye después de 12 a 18 meses.
Seguramente te indiquen alimentos líquidos o puré durante 2 o 3 semanas después de la cirugía. Lentamente agregarás alimentos blandos y luego alimentos habituales, según lo indique tu médico. Recordá comer porciones pequeñas y masticar cada bocado muy lenta y completamente.
Evitá comer y beber al mismo tiempo. Tomá líquidos al menos 30 minutos después de comer algún alimento.
El hecho de estar activo poco después de la cirugía te ayudará a recuperarte más rápidamente. Durante la primera semana:
Empezá a caminar. Da una vuelta por la casa, duchate ó , en caso de tener, usa las escaleras en el hogar.
En el caso de que aparezca dolor, suspendé la actividad. Es importante durante las primeras semanas:
- Evitar levantar nada que pese más de 7 kilos.
- Evitar realizar actividad que implique halar o empujar.
- Evitar exigirse demasiado. Aumentá la cantidad de ejercicio lentamente.
En cambio, podés probar:
- Realizar caminatas cortas y subir y bajar escaleras.
- Levantarte y moverte de un lado para otro si estás teniendo algo de dolor en el abdomen.
- Verificar que tu casa esté organizada para su recuperación, para prevenir caídas y constatar la seguridad en el baño.