Recuperación luego de una fractura de tibia

La fractura de tibia es una lesión que se presenta frecuentemente en personas que han sufrido accidentes de tráfico o en deportistas que se han golpeado directamente la zona mientras hacían deporte, aunque en realidad las causas pueden ser variadas.

El tratamiento adecuado para la fractura de tibia es importante para una correcta recuperación. En la gran mayoría de casos es preciso una cirugía para estabilizar la fractura.

Síntomas

  • Dolor intenso, que puede empeorar con el movimiento
  • Hinchazón
  • Sensibilidad
  • Hematomas
  • Deformidad evidente o acortamiento de la pierna afectada
  • Incapacidad para caminar

El manejo de este tipo de lesiones debe tener como principal objetivo la consolidación de la fractura en el menor tiempo posible, sin que queden deformidades y sin que la extremidad pierda su función.

Cuando se trata de una fractura abierta o expuesta, el principal objetivo es evitar que la lesión se infecte.

El médico debe realizar la reducción de la fractura de tibia (en caso de que haya desplazamiento), posicionando el hueso nuevamente en su lugar, para asegurar una solidificación adecuada. Luego, se inmoviliza la fractura con una férula.

En algunos casos, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para la colocación de tornillos o placas metálicas para fijar el hueso en su sitio.

Si se trata de una fractura expuesta, antes de reducir y fijar la fractura se debe limpiar bien el área eliminando todos los elementos (arena, tierra, piedras, pasto) y lavando bien la zona con jabón quirúrgico. Es importante en estos casos aplicar la vacuna antitetánica y realizar un tratamiento antibiótico intravenoso.

La recuperación

  • La recuperación funcional de la persona que tiene este tipo de fracturas depende sobre todo del tipo de fractura, el estado de las partes blandas o la piel y el tratamiento que se ha realizado.
  • Las fracturas más simples se recuperan mucho antes.
    Tiempo inicial de inmovilización es de unos 7 o 10 días tras la cirugía con una férula de yeso para mejorar el edema y la inflamación.
  • Posteriormente se retira la férula y se permite iniciar la carga de la extremidad.
  • Es importante el uso de muletas para realizar una carga progresiva.
  • Se recomiendan los ejercicios de rodilla y de musculación de cuádriceps para no perder masa muscular.
  • Se mantiene una carga progresiva durante unas 3 semanas hasta la carga definitiva.
  • La recuperación funcional de la rodilla y de la musculatura es importante para conseguir el retorno a la actividad previa.

Aspectos que puede ayudar a prevenir una fractura

  • Desarrollar fuerza en los huesos. Los alimentos ricos en calcio, como la leche, el yogur y el queso, pueden ayudar a fortalecer los huesos. Un suplemento de calcio o de vitamina D también puede mejorar la fuerza ósea.
  • Usar un calzado deportivo adecuado. Elegir el calzado adecuado para practicar las actividades o deportes favoritos. Y reemplazar el calzado deportivo con frecuencia. Desechar el calzado en cuanto se gasten las costuras o el talón, o si presentan un desgaste irregular.
  • Hacer entrenamientos cruzados. Alternar actividades puede prevenir las fracturas por sobrecarga. Alterna entre correr, nadar o andar en bicicleta.
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